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Displasia de codo

A. Fraile1, L. Marcinkevicius1, J. Martínez Morán2.
1 Clínica Veterinaria Vicalcan, Madrid
2 Universidad Alfonso X el Sabio, Madrid

La articulación del codo es una articulación especialmente compleja formada por las superficies articulares de tres huesos; húmero, cúbito y radio. Esta particularidad la hace más susceptible de presentar alteraciones por anormalidades en el desarrollo de estos tres huesos.

La displasia de codo es una patología que reviste una gran importancia en la clínica de pequeños animales, tanto por su prevalencia como por las consecuencias que produce en el paciente. Los animales afectados por dicha patología desarrollan procesos osteoartrósicos que en muchas ocasiones resultan invalidantes.

El término displasia hace referencia al desarrollo anormal de un órgano, por tanto, la displasia de codo es una enfermedad del desarrollo, de carácter hereditario e influida por distintos genes y factores ambientales tales como la alimentación, sobrepeso, velocidad de crecimiento, traumatismos, ejercicio, etc…

Esta patología puede afectar a animales de cualquier tamaño, pero es más frecuente en perros de razas medianas o grandes.

Al ser una enfermedad del desarrollo se suele manifestar a edades tempranas, entre los 4 y 7 meses de edad. Su diagnóstico precoz es de vital importancia para conseguir el tratamiento más efectivo y el mejor pronóstico.        

Signos clínicos

El principal síntoma que produce la displasia es dolor en la articulación del codo y cojera, la patología suele ser bilateral pero casi siempre suelen cojear solamente de un miembro, aunque se encuentren ambas articulaciones afectadas. La cojera es más evidente en frío y va mejorando con el ejercicio. Tras ejercicio intenso la cojera suele empeorar y es más acusada cuando vuelven a la actividad tras un nuevo reposo.   

Diagnóstico

Primero debemos realizar una buena exploración de toda la extremidad en la que nos aseguremos de que el dolor se localiza en la articulación del codo.

Encontraremos signos de inflamación y dolor al realizar movimientos de extensión/flexión de la articulación, al presionar la zona del proceso coronoides y/o al realizar el test de Campbell.

Radiografías: debemos tomar, al menos, tres proyecciones, idealmente cuatro:

  • Mediolateral en extensión, con el cóndilo humeral alineado
  • Mediolateral en flexión forzada
  • Craneocaudal oblicua con 15º de pronación
  • Craneocaudal

En muchas ocasiones, especialmente en patologías del proceso coronoides medial, las radiografías no son suficientes para llegar a un diagnóstico definitivo y necesitamos realizar pruebas complementarias como TC y/o artroscopia.

La displasia de codo la forman un conjunto de enfermedades o lesiones que pueden presentarse de manera aislada o conjunta:

  • NO UNIÓN DEL PROCESO ANCÓNEO (NUPA)
  • ENFERMEDAD DEL CORONOIDES MEDIAL (ECM)
  • OSTEOCONDRITIS DISECANTE (OCD)
  • INCONGRUENCIA ARTICULAR (IA) DEL CODO
Displasia de codo

No unión del proceso ancóneo (NUPA)

El proceso ancóneo tiene un núcleo de osificación independiente que se une al olecranon, dependiendo de la raza entre las 14 y las 20 semanas de vida, La asincronía entre el crecimiento del cúbito y el radio provoca tensión en el proceso ancóneo y, por tanto, pequeños movimientos que impiden el cierre de la línea de crecimiento y su osificación.

Existen otros factores que predisponen a NUPA, como deficiencias nutricionales, traumatismos, predisposición genética, etc…

La NUPA) aparece más frecuentemente en perros de raza grande como el Pastor Alemán, Dogo o el Mastín.

El diagnóstico se realiza mediante radiografías mediolaterales en flexión forzada que deben tomarse de ambas extremidades. El proceso ancóneo lo debemos de ver unido a las 20 semanas en razas como el Pastor Alemán pudiendo llegar a demorarse hasta las 24 semanas en razas como el Dogo Alemán o el Mastín. Siempre debemos descartar otras lesiones concurrentes como la OCD y ECM.

Displasia de codo

Enfermedad del coronoides medial (ECM)

La ECM se considera la lesión más frecuente en codos de perros jóvenes de rápido crecimiento.Es una patología poligénica influida por factores ambientales.

La etiología no está perfectamente definida, algunos autores proponen la ECM como una manifestación de osteocondrosis en la que el PCM completa su osificación de manera tardía con respecto al resto de estructuras, lo que le hace más susceptible de romperse. Otra teoría atribuye la ECM a una incongruencia articular que resulta en un exceso de carga sobre el proceso coronoides. Ésta sobrecarga produce una fisura y daño del cartílago y hueso subcondral, así como un daño del cartílago de la parte medial del cóndilo humeral.

Displasia de codo

Osteocondritis disecante (OCD)

La osteocondritis disecante es un fallo en la osificación endocondral donde el cartílago articular aumenta su grosor. La nutrición del cartílago se produce exclusivamente a partir del líquido sinovial, al existir una zona con un grosor excesivo, las células que forman la parte más profunda de esta zona no reciben aporte de nutrientes y se acaban necrosando. La zona superior acabará rompiéndose y generando un colgajo de cartílago. En el momento en que el líquido sinovial entra en contacto con el hueso subcondral es cuando el proceso empieza a hacerse doloroso.

La osteocondritis disecante en el codo siempre aparece en la parte medial del cóndilo humeral.

Incongruencia articular (IA) 

La incongruencia articular puede ser consecuencia de factores hereditarios o de alteraciones o traumatismos que producen el cierre de los cartílagos de crecimiento de los huesos que forman esta articulación. Esta incongruencia produce contactos inadecuados en las superficies articulares que acaban produciendo lesiones en el cartílago articular.

La valoración de esta incongruencia articular a menudo es difícil tanto en radiografía como en TC.