Fue
hace unos años, en la rueda de prensa después de ganar un Masters de Augusta,
un periodista le preguntó a Tiger Woods: “¿No cree que el último golpe ha sido
de suerte? a lo que el campeón contestó: “tiene Ud. toda la razón, desde que
entreno 8 horas al día, tengo mucha suerte”. Y es que el entreno no es más que
la planificación de los deportistas. De todo lo que puedes llegar a hacer cada
día o cada semana, hay una cosa que quizá sea la más importante: dedicar tiempo
a planificar. Muy pocas personas son metódicas y disciplinadas al pararse unos
minutos a hacerlo, pero las que lo hacen no cabe duda de que están más cerca del
éxito.
Construir un edificio, llevar al hombre a la luna,
ejecutar una estrategia de ventas, botar un barco,… todo esto es fruto de la
planificación. Sin embargo, muchas personas la ven una tarea secundaria, y por
este motivo muchas veces la dejan para luego o no la hacen. El mayor error que
podrían cometer.
La vida, el trabajo, un proyecto, el día, la semana, el mes, el año… todo se puede planificar. ¿Cuánto tiempo dedicas a planificar?
No son muchas las personas disciplinadas y rígidas en
este aspecto. Pero las que lo hacen, brillan un poco más, sus resultados son mejores.
Cuándo
y cómo planificar
Planificar, como la misma palabra indica, tiene que
ver con “construir el plan”, con establecer los indicadores, y distintas
acciones a llevar a cabo.
Por ponerte un ejemplo sencillo: nutro a mi blog de
material cada 15 días o una vez al mes, según la época del año. Pues bien,
durante mis vacaciones, dedico tiempo a establecer el calendario de fechas y
contenidos que voy a subir al blog. De esta forma, no hay lugar a la
improvisación ni a la sorpresa y a finales de agosto de 2019 ya tengo definido
lo que publicaré hasta diciembre de 2020.
La del blog es una planificación anual. Luego, cada
viernes por la tarde dedico una hora aproximadamente a planificar la siguiente
semana, de la misma forma que, a lo largo del mes, voy dedicando unos minutos
al día a hacer el borrador de plan para el mes siguiente.
Como he comentado antes, los viernes planifico la
semana siguiente (día a día): identifico las prioridades de todo tipo, lo
urgente, lo importante, y otros factores y miro a ver cuánto tiempo necesito
para ejecutar acciones.
Lo que no podemos hacer es ponernos a hacer algo (a ejecutar) sin haber planificado. Porque entonces nuestro trabajo, nuestras acciones, estarán gobernadas por el caos. Al no tener una orientación clara del camino que queremos seguir, iremos dando tumbos y perdiendo el tiempo.
Cada día, cada semana, cada mes, cada trimestre,
semestre y cada año, un profesional o un equipo tendría que detenerse a
planificar.
Excusas,
dichosas excusas
Lo más habitual es decir “no tengo tiempo”. Cuando uno
dice que no tiene tiempo para planificar lo que realmente quiere decir, “no tengo ganas”.
Sin una planificación adecuada cualquier ejecución está condenada al fracaso.
Dedicar 5-10 minutos al día y unos 20 cada semana a
planificar no es una cuestión de tener o no tener tiempo, es simplemente una
cuestión de compromiso, si estás comprometido con tus resultados, planifica.
Casi todo lo que he podido conseguir hasta ahora, ha
sido previamente diseñado, planificado y finalmente ejecutado. Especialmente
aquellos proyectos más costosos o ambiciosos. Presupuestos, inversiones,
contratación de profesionales, formación, lanzamiento de nuevos productos,
promociones,… lo planifico todo para así, llegar al éxito cuando implemente lo
planificado.
Plan
de acción
Te sugiero que empieces hoy con un pequeño plan de
acción para así introducir en tu vida el hábito de planificar. Permíteme
sugerirte acciones concretas:
No empieces a trabajar sin haber planificado el día de trabajo. Analiza dónde están las prioridades, pon encima de la mesa todas tus tareas y decide cuántas vas a hacer hoy.
Elije un momento cada semana para planificar la siguiente semana. Dedica unos 15-20 minutos a hacerlo.
Establece una reunión contigo mismo o con tu equipo el primer día posible de cada mes. Decidir qué acciones os llevarán a conseguir los resultados que deseáis.
Cuando se acerque el final de año, empieza a anotar objetivos y tareas para el año siguiente. Finalmente, en las dos últimas semanas del año traza el plan para los 12 meses que empiezan.
Después de 28 años de vida profesional, echo la mirada atrás y me pregunto: ¿Qué resultados hubiera obtenido sin planificar mi trabajo? La respuesta es fácil: mucho peores que los obtenidos.
El gran Peter Drucker no deja lugar a dudas sobre el
hecho que es necesario planificar. En una frase demoledora, Drucker dice “La
planificación a largo plazo no es pensar en las decisiones futuras, sino en el
futuro de las decisiones presentes”.
Fdo.: Jordi Gimeno, Veterinario
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