10 conceptos a tener en cuenta al enfrentarnos a tumores orales de perros y gatos

Osteosarcoma canino
26 junio, 2017
Homeostasis de la Glucemia
26 octubre, 2017

1.- Los tumores orales corresponden al 7% de los tumores en el perro y al 3% en el gato, y engloban una gran variación de neoplasias: épulis y ameloblastomas, de origen odontogénico, y CCE, fibrosarcoma, melanoma, osteosarcoma, condrosarcoma, TVT, hemangiosarcoma, linfoma y mastocitoma como los más frecuentes dentro de los de origen no odontogénico.

2.- El mayor problema que ocurre con estas lesiones es que habitualmente se produce una detección tardía por parte del propietario, por lo que es frecuente que lleguen en estado avanzado a nuestra consulta. Esto conlleva que se deban de realizar pruebas diagnósticas y procedimientos terapéuticos que muchas veces deben de ser realizados por veterinarios especialistas y experimentados.

CCE sublingual en un gato

3.- La sintomatología puede cursar desde halitosis, dolor, sangrado oral y dificultad para comer. Según avanza el cuadro veremos linfoadenopatía regional, deformación facial y movimientos linguales anormales. Es muy característico que los pacientes siguen teniendo interés por la comida.

4.- Como en cualquier lesión oncológica, la primera aproximación diagnóstica hay que hacerla por medio de la citología, sin olvidarnos de los ganglios regionales (tenemos que tener presente que en la boca el drenaje es bilateral y que el 40% de las metástasis no presentan linfoadenopatía y que al ser la boca una región con una alta carga bacteriana, las linfoadenopatías reactivas son frecuentes). En el caso de que no sea diagnóstica, debemos de realizar una biopsia incisional. Nunca debemos de retirar la lesión sin diagnóstico previo, ya que las consecuencias pueden ser fatales si nos encontramos con un tumor maligno.

5.- Una vez realizado el diagnóstico, hay que realizar un estadiaje concienzudo. Para ello, los estudios radiográficos convencionales, aunque realicemos radiografías en dos proyecciones e intraoral, son insuficientes debido a los fenómenos de superposición que, por la complejidad del cráneo, son muy numerosos. Además, para que en los estudios radiográficos veamos osteolisis, tenemos que tener más del 40% de la cortical afectada. Por esta razón, la realización de un TC es indispensable para valorar la extensión real y posibles linfoadenopatías, por lo que así podremos planificar el tratamiento. Por descontado, tenemos que realizar estudio radiográfico de cavidad torácica en tres proyecciones.

FSA oral en rama mandibular de un perro

6.- Como en la mayoría de los tumores malignos, el tratamiento principal es la cirugía. La cirugía ha de ser agresiva, y como hemos apuntado anteriormente, requiere de estudios con TC para su planificación. Normalmente, en los tumores malignos, se requiere realizar mandibulectomías o maxilectomías, que, a pesar de ser intervenciones muy agresivas, dejan una buena funcionalidad y un resultado cosmético aceptable. La radioterapia es el segundo abordaje terapéutico en los tumores malignos de la cavidad oral, especialmente en carcinoma de células escamosas, melanoma, ameloblastoma y fibrosarcoma, ya sea con intención curativa o paliativa y como terapia única o posterior a una cirugía.

7.- Otros tratamientos que podemos realizar sería la quimioterapia, pero la literatura nos informa de resultados dispares, y habitualmente se basa en protocolos que utilizan derivados del platino y se deben de utilizar, independientemente de otras terapias, en tumores que tengan una alta posibilidad de producir enfermedad a distancia. También está descrito su utilización intralesional para el control de la enfermedad local. Las terapias antiangiogénicas, como en otros tumores, parece que pueden abrirnos el abanico terapéutico, pero faltan estudios de efectividad, dosificación e indicación, aunque en el caso del melanoma oral, ya se están obteniendo resultados prometedores con el Toceranib fosfato. Por último, en el caso del melanoma oral, hay en el mercado una vacuna para tratamiento inmunoterapéutico, pero, aparte de que su indicación es tras cirugía y radioterapia y de que tiene un alto coste y que hay que importarlo de Estados Unidos, actualmente hay bastante controversia sobre su efectividad, a pesar de los primeros resultados que se publicaron.

8.- El Melanoma oral es el tumor oral más frecuente en perros (con mayor incidencia en cocker y caniches) y raro en gatos. Tienen, a parte de una alta agresividad, una alta tasa de metástasis a distancia. Aparecen habitualmente en mucosa oral, encía y labio. Suelen ser masas grandes y pigmentadas, aunque hay presentaciones amelánicas que pueden confundirnos a la hora del diagnóstico.

Melanoma oral ulcerado en un perro

9.- El carcinoma de células escamosas es el segundo tumor oral más frecuente en perros y el primero en gatos. Casi siempre invaden hueso y los que tienen presentación tonsilar y lingual tienen mucho peor pronóstico por el elevado potencial metastásico que nos encontramos asociado a estas localizaciones. En la especie felina tiene un carácter más agresivo aun, debido a la alta agresividad local y frecuente presentación en la zona posterior de la cavidad oral, lo que hace que el potencial metastásico se desconozca. Es uno de los pocos tumores en los que están descritas claramente, algunas causas predisponentes en el gato, como son que hay una incidencia que se duplica en casos en que haya fumadores en casa y que se multiplica por 3,5, si hay una alimentación frecuente con productos enlatados, en especial latas de atún, y en gatos que reciben antiparasitarios frente a pulgas.

10.- El fibrosarcoma oral es el tercer tumor oral más frecuente en los perros y el segundo en los gatos, y habitualmente la edad de aparición es inferior al de otros tumores orales. Tienen un comportamiento biológico agresivo, sobre todo local (la tasa de metástasis es inferior al 30%), pero los estudios citológicos, y lo que es más importante, en los estudios anatomopatológicos, presentan tan pocos criterios de malignidad, que incluso a veces se diagnostican como fibromas. Es por esto por lo que se diga que estos tumores tienen un bajo grado histológico y un alto grado biológico.

Autor: Ricardo Ruano Barneda
Col. 4417
Acre. AVEPA
Servicio de Oncología H.V. Mediterráneo (Madrid)

* Artículo propiedad de JGLOBAL2013,S.L. Queda prohibida su copia, distribución y publicación fuera de este blog