CURSO TEÓRICO PRÁCTICO DE CIRUGÍA BÁSICA DE TEJIDOS BLANDOS
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Describimos los 5 errores más frecuentes que solemos cometer a la hora de suturar y los consejos para evitarlos o minimizarlos:

1.- Exceso de fuerza al anudar:
Ante el temor que se pueda soltar la sutura apretamos demasiado, lo que origina falta de riego en el tejido englobado en el nudo . Esto genera dolor, inflamación en el lugar de compresión e incluso la necrosis y posterior corte del tejido anudado como vemos en ocasiones en piel.

Consejo:
La presión se puede ejercer sobre el segundo nudo o mejor el tercero. Si aún así nos resbala el nudo, como ocurre con el nylon y termina comprimiendo demasiado el tejido, se puede colocar la punta de un mosquito dentro del nudo, apretar con fuerza y tras retirar el instrumental recuperamos cierta holgura del nudo que impedirá la falta de riego evitando la necrosis. En el caso de piel también se evita este problema con la sutura intradérmica .

2.- Cierre de linea alba con el músculo:
Ante el temor de que se abra la sutura de abdomen no debemos basar nuestra seguridad cogiendo músculo.

Consejo:
En caso de una línea alba estrecha debemos coger el mínimo músculo posible ya que la resistencia del cierre en un plano muscular la ejercen las fascias y no las fibras musculares. En esta región tenemos el peritoneo parietal y una resistente línea alba por ser la suma de estos músculos (de fuera a dentro):

– la aponeurosis abdominal del músculo oblicuo externo.
– la aponeurosis abdominal del músculo oblicuo interno.
– la fascia central del músculo recto abdominal.
– la aponeurosis del musculo trasverso.

3.- Daño mecánico sobre la sutura:
Esto ocurre cuando las pinzas o porta tocan y estiran el hilo. Las microrroturas en cada contacto del metal y estiramiento posterior harán perder la resistencia a la tracción que debe contrarrestar la fuerza del tejido. Esta resistencia es alta inicialmente pero cualquier agresión sobre el filamento la reduce de manera imprevisible.

Consejo:
El porta debe coger sólo la aguja y las pinzas tocarán sólo el tejido. En caso de usar un porta con tijeras (Olsen Hegar) extremar el cuidado para no dañar o cortar parcialmente la sutura.

4.- Rotura de la aguja:
Al clavar la aguja esta se dobla o rompe cuando el porta se coloca en la zona posterior del metal.

Consejo:
Las agujas curvas están preparadas para resistir las fuerzas necesarias al atravesar un tejido siempre que se cojan por el sector medio aunque, en tejidos gruesos, levemente atrás del punto medio. Al usar agujas curvas se debe acompañar con un giro al entrar en un tejido que ofrezca cierta resistencia, como frecuentemente ocurre en la piel del gato. Facilita en estas pieles acercar lo máximo la punta afilada de la aguja a la pinza que sujeta la piel.

5.- Agresión innecesaria a los tejidos en el acto quirúrgico.
Imaginemos nuestra piel con lidocaína y un simple mosquito clampado un minuto. Tras dos horas la analgesia desaparece pero la lesión y dolor persistirán. En el animal según el material usado y la presión ejercida tendremos desde dolor unas horas a necrosis en la zona, favoreciendo la infección en un tejido dañado o bien retrasando la curación de la herida quirúrgica.

Estos son algunos daños gratuitos en quirófano:

a) Sujetamos tejidos como la piel usando pinzas con dientes, Allis, Kochers, etc.

b) En amplias heridas se seca el tejido expuesto.

c) En ocasiones es el tiempo quirúrgico excesivo el responsable del sufrimiento del tejido y predisposición a la infección.

d) Otras veces es el calor de las mantas eléctricas el problema apareciendo las lesiones al cabo de pocos días.

e) El daño excesivo a un tejido generará isquemias, necrosis, dolor e infecciones secundarias por una perfusión deficiente y exceso de detritus. Los nervios quedarán sensibilizados durante la agresión y permanecen así largo tiempo necesitando mayores dosis de analgesia intra y postoperatoria.

Consejo:
– Mantener la hidratación de todos los tejidos con paños húmedos sobre la superficie expuesta o bien la irrigamos con frecuencia.
– Usar en lo posible pinzas sin dientes.
– Calor indirecto siempre y mantas al mínimo.
– Minimizar en amplios abordajes quirúrgicos la exposición del tejido. En cuanto sea posible dar puntos de aproximación aunque estos deban finalmente retirarse ante los definitivos como en el caso de una mastectomía de cadena mamaria.
– Si hemos de sujetar músculo apoyémonos en las fascias más que en las fibras musculares.

– En amplios defectos cutáneos en ocasiones hemos de traccionar fuertemente para aproximar bordes. Una vez acercados los bordes con la sutura subcutánea se debe contrarrestar las primeras fuerzas dejando en piel siempre la mínima separación en la línea de cierre para la sutura intradérmica. Si se precisa refuerzo podemos añadir sutura en piel.
– El uso de puntos de tracción provisionales o cangrejos para aproximar piel genera una lesión puntual casi sin isquemia al contrario que un Allis o Kocher que machacan la dermis fuertemente.

Autor: Rafael Segarra Menéndez (Veterinario Cirujano)

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