Cierto es que en los últimos años y, gracias a las dietas de prescripción, la obstrucción urinaria en gatos ha visto disminuida su incidencia. Principalmente afecta a los gatos macho, puesto que poseen una uretra más estrecha y larga que las hembras. Esta patología debe tratarse y solucionarse lo antes posible ante el riesgo potencial para la vida del animal.
Causas
La obstrucción urinaria la puede causar un cálculo formado en la vejiga que ha quedado atrapado en la uretra. Dicho cálculo suele estar formado por células y cristales y puede ocasionar una retención de la orina. Una contracción o inflamación también puede ser causa de obstrucción de vías urinarias.
Síntomas
El principal y más llamativo es la dificultad que tiene el gato para miccionar. De forma total o bien, con mucha dificultad, expulsando pequeñas cantidades de orina que pueden ir acompañadas de sangre. Esto provoca que la vejiga se llene de orina continuamente aumentando de tamaño al no poderse vaciar con normalidad.
Vemos al gato intranquilo y suele dar muestras de dolor cuando intenta orinar.
El responsable del gato, ante estos síntomas, debe acudir sin dudarlo un minuto al veterinario ya que, cuánto más tiempo persista esa obstrucción urinaria más se deteriorará el estado general del gato pudiendo derivar en una insuficiencia renal grave, potencialmente mortal.
Diagnóstico
Como decimos coloquialmente “una imagen vale más que mil palabras” y así, será la radiografía o la ecografía quien nos ayudará en el diagnóstico. Ver directamente si hay alguna obstrucción de la uretra.
Además, una analítica sanguínea nos evaluará el estado del riñón.
Tratamiento
En la mayoría de los casos deberemos proceder al sondaje para desobstruir la uretra y drenar la vejiga. De esta forma, introducimos una sonda uretral (sonda Jordi Gimeno) hasta la vejiga para vaciarla. Puede ser necesario dejar colocada la sonda durante unos días para que la vejiga vaya drenando la orina.
Una vez resuelta, el tratamiento posterior de la obstrucción dependerá de su causa subyacente, gravedad y eventuales complicaciones. Las lesiones renales pueden ser reversibles, pero a veces el gato precisará de una sonda durante varios días. Es posible que en las inflamaciones muy fuertes se produzca rápidamente un nuevo bloqueo.
Video: colocación de sonda uretral de Jordi Gimeno. El gato sondado no estaba obstruido
Normalmente hay que dejar al gato hospitalizado varios días con terapia a base de fluidos y medicación analgésica.
Si la retención no se puede resolver o el gato sufre problemas urinarios recurrentes, podrá extirparse el pene y la parte inferior de la uretra para facilitar la micción.
Autor: Jordi Gimeno, veterinario
Nota del autor: el artículo es de divulgación, no específico para veterinarios
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