10 diferencias entre un jefe y un líder

7 Consejos para disfrutar de tus vacaciones
20 julio, 2021
10 claves básicas para liderar equipos
19 octubre, 2021
10 diferencias entre un jefe y un líder

Con este artículo empezamos una serie dedicada al liderazgo. En muchas ocasiones e indistintamente se utilizan los términos “jefe” y “líder”; sin embargo, sólo aquellos que hemos trabajado reportando a uno u otro, sabemos la verdadera diferencia entre ambos. Por esto yo, a lo largo de mi carrera profesional, he intentado gestionar desde el liderazgo, desarrollando una forma de gestionar mis equipos que permitiera que todos y cada uno de los componentes del mismo se sintieran importantes y se tomaran el proyecto como propio. Y creo que no me ha ido mal.

Para empezar a desarrollar el tema podemos tomar la teoría de D. McGregor, quien, en la década de los ’50 publicó un escrito en el que desarrollaba dos estilos de gestión: Teoría X y Teoría Y.

McGregor posicionaba a los “jefes” en la Teoría X: controlan, dominan e intimidan y suelen actuar así por miedo a perder su puesto. Dirigen desde la dureza, el miedo y la nula empatía hacia sus subordinados.

Por el contrario, los directivos de la Teoría Y son líderes: confían, enseñan e inspiran a sus colaboradores. Los líderes siempre hablan en plural de los éxitos, permiten que otros tomen iniciativas incluso ante el riesgo de fracasar y nunca se apuntan los éxitos de otros.

Atrás quedan los jefes. Ahora las empresas quieren verdaderos líderes capaces de mejorar los resultados de la empresa a través del desarrollo de los equipos que gestionan.

Si quieres saber si tu forma de gestionar a tus colaboradores es más de “jefe” o de “líder”, aquí destacamos diez diferencias clave.

1. Excusas versus responsabilidad

El jefe suele buscar un culpable del fracaso, busca echarle la culpa a alguien. Sin embargo, el líder acepta la responsabilidad que le toca ante un error o un fracaso. El jefe pregunta “¿quién ha sido?” mientras que el líder pregunta “¿qué ha pasado y por qué?”.

2. Mandar versus enseñar

“Hazlo porque lo digo yo”, es lo que dice un jefe. Sin embargo, el líder enseña, explica, desde la humildad, cómo sería bueno hacer las cosas. El líder hace preguntas, se rodea de los mejores para poder cubrir sus carencias o limitaciones y llevar al equipo al éxito. Esta forma de actuar del líder crea una cultura de comunicación bidireccional, lo que permite a los colaboradores comprender, aprender y aportar.

Peter Drucker dijo sabiamente “nadie aprende tanto sobre un tema como quien se ve obligado a enseñarlo”.

3. Respuestas versus soluciones

El jefe no da opción, da respuesta, la suya, a todas las situaciones. No pregunta, no hace participar, simplemente da su respuesta. Sin embargo, el líder busca soluciones, donde sea, sin importarle quién de su equipo la aporta. Pregunta de forma abierta y asume la mejor solución.

4. Control versus confianza

Un jefe le dará a cada empleado su lista de tareas y constantemente le preguntará a cada uno por su trabajo, controlándolo hasta el extremo. Sin embargo, un líder confía en sus colaboradores, deja en sus manos el hacer su lista de tareas y, cuando corresponde, les pide resultados.

5. Yo versus nosotros

“Yo, mí, me, conmigo” ese es el jefe. Él es el centro de todo lo bueno que pasa en la empresa. Se posiciona y promociona él mismo para todo lo que pueda ser un éxito y si se alcanza, los honores son suyos. El líder antepone el equipo a su persona, habla en plural y no en singular.

Un viejo proverbio chino lo plasma de forma magistral “Si caminas solo irás más rápido; si caminas acompañado irás más lejos”. Equipo (líder) frente a individuo (jefe).

6. Autoridad versus influencia

Daniel Goleman, padre de la “Inteligencia Emocional” escribió “el liderazgo no es dominación, sino el arte de persuadir a las personas para que trabajen hacia un objetivo común”.

Para persuadir se necesita inteligencia emocional, la capacidad de manejar las propias emociones, comunicarse de manera efectiva, tener empatía con otras personas, así como superar desafíos y conflictos.

Los líderes tienen una gran inteligencia emocional, mientras que los jefes gobiernan por imposición de autoridad. La autoridad puede lograr algunos resultados, pero no permitirá que los empleados crezcan, aprendan o confíen en la misión de la empresa.

7. Ego versus discreción

Los jefes quieren destacar ante sus propios jefes, hacen la pelota a sus superiores, llamando la atención sobre su trabajo y éxitos, aunque estos sean del colectivo.  Los líderes se centran en asegurarse de que el trabajo esté a la altura y cuando se consigue el objetivo, dan un paso atrás para que los focos se centren en sus colaboradores.

8. Corto plazo versus largo plazo

Un jefe suele estar demasiado concentrado en lo que puede suceder hoy. Los líderes se dan cuenta del presente, pero también quieren estar seguros de que sus decisiones se suman a algo bueno el próximo mes, el próximo trimestre y año.

9. Reconocimiento versus crédito

Un jefe quiere el aumento, la promoción, el crédito. Un líder, por otro lado, quiere esos logros para su equipo. Así de simple, así de claro.

El líder entiende que su trabajo consiste en que el equipo funcione, acepta la responsabilidad, no la elude, pero “nosotros” se lleva el mérito. Esto es lo que genera confianza, lo que le permite realizar la tarea.

Es líder aquel entrenador que tras ganar una final y mientras su equipo se queda en el campo festejando la victoria, se va corriendo al vestuario huyendo de toda notoriedad.

10. Miedo versus confianza

Edward Deming dice “Elimina el miedo para que todos puedan trabajar de manera más eficaz y productiva”.

El jefe busca el temor al fracaso de sus empleados; los líderes eliminan todo miedo al fracaso, saben que los errores y los fallos se producen con toda seguridad, por lo tanto, invitan a sus colaboradores a aceptar la realidad y ésta tiene fracasos. Cuando algo sale mal, los líderes no se esconden del problema ni lo temen. Todo lo contrario, son dueños del problema como parte de la realidad y trabajan con los miembros del equipo para resolverlo.

Como dijo el empresario estadounidense Jim Rohn: “El desafío del líder es ser fuerte, pero no grosero, ser amable, pero no débil, ser reflexivo, pero no perezoso, ser humilde pero no tímido, ser orgulloso, pero no arrogante”.

Después de leer este artículo te invito a que te preguntes, “y yo, ¿soy jefe o líder?


Autor: Jordi Gimeno, veterinario. Linkedin

Y, recuerda, si necesitas más información sobre este tema, no dudes en solicitármela escribiendo a jordi@jglobal.com.es.