3 pasos para implementar un programa de medición del rendimiento

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Has establecido objetivos, planes de mejora, programas de crecimiento profesional,….?  Y posteriormente, has evaluado los resultados? Son los empleados el sostén de toda empresa y, para una empresa con empleados mediocres no debemos esperar otra cosa que resultados mediocres.

Jordi Gimeno* (7/9/13)

Analiza los costes de tu empresa. Te sorprenden los costes de personal? En empresas de servicios, como una clínica veterinaria, éstos son fijos (en otros artículos ya he abordado el tema de la retribución variable pero, por el momento, debemos asumir que los costes laborales son fijos) y pueden llegar a ser el 60% del total de facturación.. Por lo tanto, estaremos todos de acuerdo en la importancia del papel que representa el personal para el éxito de un negocio.

Para que un negocio funcione debe disponer de empleados preparados, con talento, motivados, implicados con el proyecto y, sobre todo, muy ilusionados con su presente y  futuro profesional. Con este artículo me gustaría echarte una mano en la gestión del talento mediante tres pasos prácticos para comenzar a implementar en tu empresa un programa de control, medición y evaluación del rendimiento de los trabajadores.

Estoy seguro que si implementas estos consejos prácticos y sencillos, tu gente se sentirá realmente motivada para mejorar dentro de la empresa.

Todo proceso debe tener unos pasos bien marcados y definidos. Nosotros vamos a utilizar el PIM = Preparar + Implementar + Medir

PASO 1: Preparar el terreno

1. Define el Objetivo General que esperas lograr.

2. Establece claramente las metas, objetivos, resultados y criterios de mejora que deseas alcanzar.

3. Establece los procedimientos para llevar a cabo las evaluaciones de rendimiento.

4. Define claramente las responsabilidades para cada una de las actividades 

PASO 2: Implementa y haz que la evaluación sea parte de la vida de la empresa

1. Comunicar a todo el personal los objetivos, alcance y beneficios para la empresa y para ellos de realizar las evaluaciones de rendimiento.

2. Nombrar y presentar a las personas responsables de llevar a cabo las valoraciones. Podría ser aconsejable que un comité o equipo, cuente con la presencia de trabajadores líderes por departamento. Si es una empresa pequeña, con menos de 25 trabajadores, esta recomendación también se aplica. No temas.

3. Establece y comunica de manera sencilla, pero clara, cuáles serán los diversos criterios de valoración y el peso de cada uno dentro de la calificación.

4. Establece las herramientas y mecanismos necesarios para obtener la información que se requiere para medir el rendimiento de cada departamento, de cada puesto y de cada trabajador.

5. Elabora y no dejes de mejorar la entrevista que servirá de guía para reconocer el logro y progreso de cada empleado.

PASO 3: Mide los resultados y establece las consecuencias

1. Asegúrate de obtener periódicamente un reporte por parte de los responsables, sobre las evaluaciones realizadas, los resultados obtenidos y las calificaciones asignadas a cada trabajador y a cada departamento. El promedio de calificación de los trabajadores es la calificación de su departamento.

2. Revisa y aplica los procedimientos de sanción, promoción o incentivos que se hayan establecido para los resultados.

3. Comunica los resultados y motiva la mejora, presentando con entusiasmo los casos más exitosos, así como los incentivos o premios obtenidos por ellos gracias a su rendimiento superior.

4. Comprueba que existe un sistema de apoyo permanente que estimula el mejoramiento continuo, la gestión y el desarrollo superior del desempeño de cada trabajador.

5. Mide el impacto que van teniendo los programas de evaluación del desempeño en indicadores de resultados como las ventas, los márgenes de ganancia por producto, los costos y gastos fijos y los beneficios de la empresa.

Está comprobado y tú lo podrás ver, que se obtienen  múltiples beneficios al implementar programas de evaluación del rendimiento en la empresa y más si estos programas se convierten en parte de su vida misma.

Te destaco algunos de sus beneficios:

• Mejora el ambiente laboral y el estado de ánimo de los trabajadores.

• Envía un mensaje claro y directo de que la empresa está atenta y desea tener sólo personal que tenga altos niveles de compromiso, rendimiento y eficiencia.

• Reduce la rotación del personal.

• Reduce el costo del proceso de reclutar, seleccionar y preparar nuevos empleados.

• Estimula el crecimiento y desarrollo de la persona dentro de la empresa, lo promueve a hacer carrera, a crecer dentro de la organización.

• Se crea un espíritu de equipo y sentido de logro cuando las evaluaciones son individuales y grupales.

• Mejoran todos los indicadores financieros: ventas, márgenes de ganancias, bajan los costos fijos, aumentan las ganancias.

Las evaluaciones deben convertirse en herramientas útiles y aliadas en el crecimiento de la empresa.

Los trabajadores son individuos, personas, tienen familias, una historia, desean mejorar su propia situación. Si el empresario, dueño de negocio y gerente logra hacer coincidir las necesidades y deseos de cada empleado dentro de la empresa, verá crecer sus utilidades y ganancias, puesto que el recurso humano es el principal activo con que cuenta toda empresa.

Para que un negocio sea exitoso debe provocarte ilusión y deseo. Tener un equipo de trabajo con personas motivadas y orgullosas, es parte de ese estímulo que provoca la energía para construir, crear y producir.

Durante más de 12 años de mi etapa profesional como directivo, he utilizado diversos sistemas de gestión del talento y, para ello, la evaluación anual del rendimiento ha sido una herramienta fundamental, no para mi propio éxito, sino para el éxito del personal a mi cargo. He podido comprobar cómo la evaluación permite tener empleados de alto rendimiento, implicados en el proyecto y orgullosos de formar parte de él.

(*) Adaptación del  artículo del mismo nombre de E. Núñez Montenegro