5 Atributos negativos de la personalidad

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Nuestra personalidad puede atraer y cautivar pero también puede producir rechazo y conflictos. Las relaciones personales requieren de tacto, mano izquierda y sensibilidad.

Jordi Gimeno (26.12.12)

Debemos vigilar constantemente los malos hábitos, los vicios y costumbres perniciosas, los atributos negativos de la personalidad, que a veces se van infiltrando insensiblemente hasta convertirse en graves obstáculos de nuestro camino al éxito. Hay que estar siempre atentos para detectarlos y neutralizarlos conscientemente. Los más frecuentes y peligrosos son los siguientes:

1. Criticar a los demás:

Las personas que critican a los demás nos hacen sentir molestos. Al salir de la entrevista pueden criticarnos a nosotros mismos. El chisme, el sarcasmo, ironía, la intriga, la suspicacia, la doble intención, se vuelven en contra del que los practica. No deben emplearse ni en presencia, ni mucho menos a espaldas del destinatario. Ni aún en contra de la competencia.

2. Discutir:

Ninguna venta se ha obtenido derrotando al cliente en una discusión. Una simple discusión, una confrontación con sus puntos de vista, puede ser considerada por algunas personas como un agravio personal. Si además, el vendedor gana la discusión, puede considerarlo casi como un “suicidio”. Hay métodos más eficaces para explicar racionalmente nuestros puntos de vista sin necesidad de llegar a la confrontación personal.

3. Torpeza en el manejo del humor:

En la comunicación no hay recurso más peligroso que el humor. Es muy difícil utilizarlo adecuadamente y exitosamente. Mucho más probable resulta caer en el ridículo, desubicarse o incluso despertar hostilidad si lo ejercemos para reírnos de otros. Lo que a mí me puede parecer gracioso a otro le puede molestar. Así es que, salvo excepciones, debemos evitar ser “graciosillos”.

4. Pereza:

La holgazanería es la característica de la personalidad que con mayor rapidez nos puede llevar al fracaso. Es casi una enfermedad. Hay que combatirla con una alta motivación. Si a vistas de mi interlocutor, soy o parezco un holgazán, mis probabilidades de éxito se verán tremendamente reducidas.

5. Impaciencia:

Es necesario fijarse planes sensatos para nuestro desarrollo personal profesional. La impaciencia se genera casi siempre por ignorancia o divorcio de la realidad. El querer cerrar una venta antes de que el proceso esté maduro, puede romper la relación y cerrarnos la puerta del éxito. “Cada cosa a su tiempo y un tiempo para cada cosa”

 No es fácil aplicarse en mejorar estos aspectos pero, por experiencia propia, puedo decir que los resultados que obtenemos si tratamos a los demás como nos gustaría que nos tratasen a nosotros mismos, son mucho más positivos.  Nuestro carácter latino nos lleva a menudo a reaccionar de forma visceral ante situaciones que no nos agradan. Controlemos nuestra fogosidad y los demás, y nosotros mismos, lo agradecerán en forma de relaciones más positivas.