Sigo con la séptima historia desde la sala de espera.
Mallorca, clínica a las afueras de Palma. Estoy en sala de espera y entra una señora, arreglada, de nivel. Se dirige al mostrador de recepción y le dice a la recepcionista: “Tengo hora para ponerle el mosquito”.
Moraleja: por muchos idiomas que hables, a veces el tuyo es el menos entendible.
Nota: como habrás visto, me he saltado la anécdota VI, no me he atrevido a publicarla, podría haber herido sensibilidades.