5 consejos para recuperar a un profesional quemado

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En el pasado congreso de AGESVET, celebrado en Madrid los días 13 y 14 de junio, se habló, entre otros muchos temas, del “síndrome del trabajador quemado” o “burnout”. P. Gil-Monte lo define como: «una respuesta al estrés laboral crónico integrado por actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que se trabaja y hacia el propio rol profesional, así como por la vivencia de encontrarse agotado». Desgraciadamente, somos los veterinarios uno de los colectivos profesionales que más lo sufren y va en aumento.

Cuando esta situación se traslada a todo el equipo resulta esencial tomar medidas antes de llegar al límite y que el ambiente laboral salte por los aires perjudicando a todo el personal de la clínica. Restablecer la ilusión de cada profesional es fundamental para no llegar a trabajar con un equipo quemado.

¿Cómo remontrar a un profesional quemado? En primer lugar hay que destacar que esta circunstancia no se da de un día para otro, sino que se va gestando poco a poco llegando incluso a cronificarse. Una vez que aparece el problema, el primer paso para afrontarlo es que el responsable de ese profesional sea consciente de él. Mirar para otro lado o minimizarlo no tiene ningún sentido y puede ir afectando a otros integrantes del equipo. 

Causas y consecuencias de un profesional quemado

Algunas de las causas que han podido quemar a un profesional del sector veterinario de animales de compañía (veterinario, ATV, recepcionista…) son un volumen de trabajo inasumible y de forma continuada, flujos poco eficientes, conflicto de responsabilidades, sueldos bajos o desiguales, llamadas fuera del horario laboral, ausencia de liderazgo, mal ambiente entre compañeros y/o compañeros tóxicos, clientes conflictivos, etc.

Muchas de las veces, todo esto supone un desgaste emocional que el responsable de la clínica no puede contrarrestar solo con medidas racionales. Y es que las consecuencias de un profesional quemado son, entre otras, negatividad y desconfianza en su superior o en el equipo directivo y la organización en general, apatía, resentimiento, frustración, resistencia a los cambios, baja productividad, estrés, ansiedad y/o baja por depresión. 

¿Cómo ayudar a un profesional quemado?

La combinación de mejorar las condiciones laborales y de velar por la salud emocional de cada profesional suele dar buenos resultados. Te doy cinco consejos para ayudar a profesionales a no caer en el síndrome de burnout o a salir de él:

1.- Comunicación

Una comunicación clara es uno de los valores que más agradecemos las personas. Por este motivo, al detectar desmotivación es conveniente sentarse a hablar de la situación. Tanto en entrevistas personales como en reuniones de equipo se deben tratar todos los aspectos intentando no entrar en detalles anecdóticos. El líder debe tener claro que por parte de cada miembro del equipo existe un componente emocional difícil de racionalizar por lo que es mejor no entrar en debate de opiniones y percepciones sino mantener una escucha activa y comprensiva. Al fin y al cabo, el choque de opiniones no llevará a remontar a ese profesional y a mejorar su rendimiento. Este tipo de conversaciones bidireccionales deberían mantenerse en el tiempo de forma periódica.

2.- Transparencia

El líder debe ser transparente con todos y cada uno de los profesionales de su equipo. Todo empleado debe tener la sensación fundada de que, con él, con sus compañeros y con los clientes se actúa de forma honesta. Es de mucha ayuda el realizar encuestas de mejora y establecer vías seguras para que cada empleado pueda transmitir a su superior si tiene algún problema. 

3.- Cambios

Con toda la información que sea posible obtener sobre el estado y situación de cada uno de los miembros de su equipo y teniendo en cuenta los objetivos de la empresa, el líder deberá realizar algunos cambios, que pueden ser de forma paulatina o inmediata. Estas modificaciones pueden afectar tanto al organigrama o a la reestructuración del equipo como al flujo de trabajo, a la toma de decisiones, las vías de comunicación, las herramientas de trabajo o a cualquier otro ámbito que afecte, de forma negativa a los profesionales de la clínica.

Recomiendo que la clínica disponga de un Código Ético en el que queden reflejados los valores de la empresa, así como poner en práctica un plan que lleve a los empleados a ver que la empresa dispone y pone en práctica planes de carrera, política de conciliación, mejora de horarios o que éstos sean más flexibles, primas, aumento de salario, bonificaciones en especie….

Siempre que la situación lo permita, ofrecer más beneficios o mejorar los ya existentes será recibido como un acto de buena voluntad que ayudará a todo profesional que esté sufriendo “burnout”.  

4.- Empatía

Una vez tomadas algunas medidas estrictamente laborales es el momento de preocuparse por el bienestar del profesional. Sin caer en el paternalismo, el líder debe preocuparse por la salud emocional de todos y cada uno de los miembros de su equipo. Establecer programas individualizados de bienestar tienen el objetivo de equilibrar la salud física, emocional y mental de los empleados para potenciar así su implicación, motivación, rendimiento y alineación con la empresa.

Trabajar la inteligencia emocional y la gestión del estrés de los empleados es función y obligación de todo líder que se precie y, si sus conocimientos y forma de hacer no le alcanzan, recomiendo que solicite la ayuda de un profesional. Un psicólogo o un coach especializado en clínicas veterinarias puede ayudar y mucho a un profesional “quemado” o con síntomas de burnout.

5.- Integración y Pertenencia

No cabe duda del beneficio que aporta a todo profesional la realización de actividades de grupo, lo que los anglosajones llaman team building. Sin embargo, antes de ponerlos en práctica, debemos asegurarnos de que servirán para aumentar el compañerismo y la empatía y relajar tensiones y para ello, antes de todo, el líder debe solucionar conflictos entre compañeros (de haberlos).

Cada vez son más las empresas que dan fiesta por el cumpleaños. Se trata de una medida muy simple que es muy valorada por los empleados y, si por diversos motivos esto no es posible, otra alternativa es organizar algo especial por muy pequeño que sea para esa jornada laboral.

Debemos tener en cuenta que, aunque me he centrado en el individuo, en el profesional, todo lo que hagamos para ayudarle a superar su situación de burnout no debe ir en detrimento del “bienestar” del resto de integrantes del equipo. Planes individualizados sin alterar el día a día del equipo.

Opinión personal: se nos llena la boca de “trabajo en equipo” “los equipos son el alma de la empresa” “el equipo está por encima de todo” … pero ¿tenemos claro que los equipos están integrados por personas? Si en una organización, las personas no están cuidadas, escuchadas, comprendidas, guiadas…. los equipos no funcionarán. Cuidemos a las personas y tendremos más opciones de tener equipos de alto rendimiento.