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El rol potencial de los cannabinoides para ayudar a gestionar diversas formas de estrés y ansiedad

La mención de las palabras “cannabinoides” y “estrés” puede quizás evocar una imagen estereotipada que está muy lejos de la realidad de dónde nos encontramos hoy en día en lo que se refiere al uso de estas moléculas. En ocasiones anteriores hemos tratado la forma en la que el cannabidiol (CBD) ha ido ganando apoyo para su uso como tratamiento médico, a medida que distintos estudios han demostrado que puede tratar el dolor y la inflamación sin los efectos intoxicantes. A medida que se realizan más estudios, aparecen más evidencias preclínicas y clínicas que documentan el valor del CBD en algunos trastornos neuropsiquiátricos como la epilepsia, la ansiedad y la esquizofrenia. Las evidencias apuntan a un efecto calmante del CBD en el sistema nervioso central (Shannon, et. al., 2019).

Un artículo publicado por Blessing et. al. (2015) informaba de la existencia de evidencias preclínicas que apoyaban sólidamente el uso de CBD en la gestión de la ansiedad general, el trastorno obsesivo compulsivo y el estrés postraumático mediante una administración aguda de dosis. Este estudio establece claramente que hay pocos estudios que evalúen el uso de una gestión crónica, especialmente para la ansiedad general. La mayor parte de los modelos experimentales que evalúan los efectos de dosis crónicas han estado limitados hasta la fecha a modelos con ratas o ratones, aunque estos experimentos demuestran efectos ansiolíticos y una reducción de los comportamientos asociados a la ansiedad que pueden relacionarse con los trastornos mencionados anteriormente. Se cree que un tratamiento con dosis crónicas de CBD tendría efectos similares en poblaciones clínicas relevantes.

Bakas et. al. (2017) trata la forma en la que no estaba clara el mecanismo de acción del cannabidiol para desplegar sus propiedades “antiepilépticas, ansiolíticas y antihiperalgésicas”. Aunque es conocido que los cannabinoides endógenos y sintéticos interactúan con los receptores GABAA, ningún estudio antes del suyo había confirmado una acción sobre “receptores GABAA configurados específicamente que pueden ser relevantes para los efectos anticonvulsivantes y ansiolíticos” del CBD.

Aquellos de nosotros que tenemos un miedo patológico a hablar en público apreciarán los resultados de  Bergamaschi et. al. (2011). El trabajo de este equipo descubrió que aquellos candidatos que sufrían de trastorno de ansiedad social (TAS) y recibieron una única dosis de CBD una hora y media antes de realizar una prueba que incluía hablar en público, mostraron una importante disminución de la ansiedad, de la disfunción cognitiva y de la incomodidad de canalizar su discurso, y también redujeron de forma significativa su alerta de anticipación al discurso en comparación con el grupo de placebo. No se encontraron diferencias relevantes entre un grupo sano de control que no tenía ansiedad relacionada con hablar en público y el grupo al que se administró CBD antes de la prueba.

“Cada vez es más evidente que existe una gran cantidad de usos médicos potenciales de los cannabinoides en diversas formas. Los estudios sobre estas moléculas y sus acciones están aún en pañales y se están realizando muchos trabajos en paralelo para aumentar el conocimiento acerca de sus beneficios. Es evidente que existe un valor potencial y la necesidad de más estudios sobre el uso del CBD para la gestión de trastornos de ansiedad”. 

En un modelo neuropático del dolor, De Gregorio et. al. (2019) realizaron una serie de experimentos bastante exhaustivos. Su resumen es que el CBD en pequeñas dosis induce la analgesia a través de la activación del TRPV1 y reduce la ansiedad a través de la activación del receptor 5-HT1A, rescatando también la neurotransmisión del 5-HT en caso de tener algún problema, en condiciones de dolor neuropático. Esto apoya la idea de que el dolor alodínico y los comportamientos de ansiedad relacionados con él se ven reducidos por el CBD.

Una revisión reciente realizada por Christie et. al. (2021) sugería resultados prometedores utilizando los receptores CBR1 y CBR2 dentro de la vejiga, sin las acciones psicotrópicas para el sistema nervioso central y por tanto sin los efectos secundarios de las opciones de tratamiento actuales. Puede que exista un rol para dichas moléculas en el tratamiento de la cistitis inducida por la ansiedad y los síndromes de hiperactividad y dolor de la vejiga.

Al igual que para los humanos, actualmente se están llevando a cabo varios estudios en Estados Unidos que exploran el uso de ciertas mezclas de productos de cannabinoides en la gestión de la ansiedad, la separación, la aversión al ruido y otros comportamientos asociados en los animales, incluyendo perros, aves y gatos. Se espera que los resultados de estos estudios estén pronto disponibles.

Recientemente, se publicó un documento oficial en Estados Unidos que detallaba los efectos de la administración aguda de un producto con CBD/CBDA para los eventos inducidos por la ansiedad en perros (ElleVet Sciences, 2020). Mientras que este estudio piloto reconoce que existe una falta de datos científicos en esta área, los investigadores descubrieron que el 83% (20 de 24) de los perros respondieron de forma positiva y que habían disminuido los comportamientos relacionados con el estrés y la ansiedad tras la administración de una única dosis.

Figura 1: Efecto analgésico y antinflamatorio propuesto del CBD. Figura obtenida de Maayah et. al. (2020)

Dr. Dave Tittle

CertVA GPCert (WVA&CPM) MRCVS RCVS

Veterinario Anestesista

Webinars sobre CBD

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  • Consejos prácticos para la aplicación clínica del extracto de cáñamo con CBD y CBDA
  • Extractos de cáñamo en medicina veterinaria: lo que sabemos hacia dónde se dirige todo esto
  • Usos clínicos de los extractos de cáñamo para la gestión de la osteoartritis en perros y evidencias emergentes sobre su uso para la gestión de estados de neuropatía y dolor agudo.

(*) El autor forma parte del Grupo asesor para ElleVet Sciences en EE.UU. y proporciona servicios de consultoría para ElleVance Sciences en el Reino Unido.