Al trabajo hay que venir motivado de casa

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Piense en los empleados a la hora de dirigir una empresa
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Durante los últimos años, las empresas se han preocupado por la motivación de sus empleados como medio para aumentar la productividad y reducir la fuga de talento. No es trabajo de los directivos y sí de los propios empleados, el estar motivados; ahora bien,  para ello, la empresa y sus directivos debe crear condiciones laborables favorables para alcanzar este objetivo.

Jordi Gimeno (1/6/12)

Craso error si la empresa piensa que los bonus, los incentivos económicos, es la única forma de motivar a los empleados. El dinero tiene un efecto positivo sobre las personas, por supuesto que sí, pero ni mucho menos es el factor más importante de satisfacción y el más motivador. Cuántas veces hemos sabido de amigos o conocidos que, teniendo buenos ingresos, han cambiado de empleo por motivos tan varios como: “el ambiente no era bueno”, “el proyecto no era motivante”, “el jefe no me entiende ni me apoya”.

Todos sabemos y estamos de acuerdo que tener empleados motivados hace que estén más comprometidos con la empresa y el proyecto. Ahora bien, lo que no está tan claro es como conseguir ese grado de motivación. Un empleado motivado es aquel que recomienda su empresa y eso no es algo frecuente. Por qué? Cómo lograr ese compromiso, esa motivación?

Favorecer la libertad de los empleados para aportar mejoras
Escuche a los empleados, déjeles aportar ideas, mejoras, soluciones a las situaciones cotidianas. No hay efecto motivador más potente que aquel resultante de sentirse escuchado y valorado. Deje que los empleados se ganen el derecho de tener más y más responsabilidad de decisión en su ámbito de trabajo. Corríjales si yerran pero deje que yerren! Valore las rectificaciones posteriores a un error y rodéese de gente capaz, capaz, sobre todo, de rectificar sus errores y aprender cada día.

Favorecer las relaciones interpersonales
Nunca he creído en el dicho “divide y vencerás” El hombre es un ser social, necesitamos comunicarnos, estar en contacto con los de nuestra especie. Cree un ambiente de buena relación entre empleados. En los roces entre empleados, intermedie sólo cuando la situación lo requiera, cuando no hayan sido capaces de limar sus diferencias. Invierta en actividades “extra-laborales”, si es posible, en horario laboral! Una comida, un café con el equipo, una actividad al aire libre, son pequeñas cosas que ayudan mucho a integrar al grupo.

Atmósfera de trabajo sana
Luz natural, temperaturas agradables, mobiliario adecuado, instalaciones limpias, agradables a la vista, macetas con plantas, acceso de los empleados a un gimnasio e incluso, en empresas grandes, una guardería cerca del trabajo son muy valorados por los empleados. No se requieren grandes inversiones pero sí disposición a ofrecer estos detalles que hacen la diferencia entre un puesto de trabajo “aburrido” y uno agradable.

Cree las condiciones favorables y sus empleados se comprometerán con su proyecto.