El líder no pone excusas

Las personas tenemos la tendencia a poner excusas ante nuestro fracaso. El mundo de la empresa no es una excepción y podemos ver esta actitud en cualquier integrante de la organización. Sin embargo, cuando las excusas las pone el líder, demuestra que quizá no es tan líder como se piensa.

Está claro que el directivo y líder tiene una gran responsabilidad ya que de él dependen muchas cosas: decisiones, resultados, dinero, empleados,….. Las cosas no siempre salen bien y es ahí cuando la actitud que toma el líder demuestra si realmente lo es o no. A la hora de dar explicaciones sobre un fracaso el líder puede tener la tentación de dar las más rebuscadas excusas pero eso, más que “apaciguar” y convencer a su equipo o a sus superiores (si los tiene) puede dañar seriamente tu reputación y credibilidad; así es que mejor que deje a un lado lo que pensaba decir, tómate tu tiempo, piensa y reflexiona seriamente antes de hablar. 

Jeff Haden, dijo con mucho acierto “las excusas sólo dejan al descubierto las incapacidades de los jefes para ser mejores líderes”. Para que esto no te suceda, hay una serie de frases que debes dejar de usar. Aquí comentaré una lista de las cinco que creo más frustrantes a oídos de un colaborador y que restan credibilidad al líder:

1. “Estoy muy liado”

Que tus trabajadores sean buenos en lo que hacen también depende de la capacidad del líder para que esto suceda, sin embargo, no quiere decir que seas una parte innecesaria para ellos. Muestra tu disposición cuanto te requieran y asegúrate que tienen interiorizado el hecho que tu tiempo también está a su disposición.

2. “Estoy bajo mucha presión”

Sí, seguramente lo estás todo el tiempo, pero… ¡administrar la presión también es tu trabajo y te pagan por ello! Así que evita a toda cosa poner esto como excusa frente a tus colaboradores.

3. «No me pagan lo suficiente»

Y aunque así fuera esto no es una excusa para no hacer bien tu trabajo, así que deja de quejarte ante tu equipo por ello ya que ellos no pueden solucionar “tu problema”. Sí, hay ocasiones en que el trabajo y esfuerzo no se ven recompensados, sin embargo, la calidad de un líder se ve en la responsabilidad para sacar todo adelante. Y, si realmente piensas que no te pagan lo suficiente, háblalo con tu superior o deja tu puesto, pero no lo utilices como excusa ante tu equipo.

4. “No tengo por qué alabar su trabajo, es su obligación”

Si realmente piensas así, vas mal. Tienes razón, la obligación de cualquier profesionista es hacer bien su trabajo, pero esto no quiere decir que no sea premiado. Uno de los tres factores que los trabajadores más valoran de su lugar de trabajo, es la capacidad de los jefes y líderes para valorar y recompensar cada uno de sus esfuerzos, así que necesitas ponerlo en práctica. Es una de las patas del “salario emocional”.

5. “Así es como siempre lo he hecho”

Si hasta ahora te ha ido bien no implica que siga así en el futuro. Las cosas cambian y, cada vez, a mayor velocidad. El líder debe adaptarse y buscar alternativas al cambio en su forma de liderar. Abre tus ojos, tus oídos y tu mente y adáptate. Como dijo el gran Albert Einstein “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”.

Como ya he comentado anteriormente, seguro que hay muchas más excusas que el líder no debe dar pero creo que, para empezar, estas cinco son muy representativas.

Y seguiré con Albert Einstein: recuerda, líder “En medio de la dificultad reside la oportunidad”.

Autor: Jordi Gimeno, veterinario. Linkedin

Y, recuerda, si necesitas más información sobre este tema, no dudes en solicitármela escribiendo a jordi@jglobal.com.es.