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La Calcinosis cutis en el perro es un depósito de sales de calcio en la piel o en el tejido subcutáneo. Y suele estar relacionada con un problema endocrino.

Las modificaciones cutáneas más frecuentes están relacionadas con el pelo (debilidad, cambio de color, alopecia, alopecia tras el rasurado) debido a que los altos niveles de cortisol circulantes (cortisolemia) producen inhibición de la fase de crecimiento del pelo.

Se trata de una lesión cutánea elevada, en forma de placa, costrosa, que se caracteriza por los altos depósitos de calcio (apatita) y por tener márgenes inflamatorios que delimitan la lesión.

Ante la presencia de lesiones compatibles con Calcinosis cutis en el perro, se debe descartar en primer lugar tratamientos previos con corticoides (descartar iatrogenia) y en caso negativo se debe iniciar el camino crítico para el diagnóstico de hiperadrenocorticismo (síndrome de Cushing).

La mayoría de los casos se trata de un hiperadrenocorticismo espontáneo por una secreción excesiva de ACTH. La segunda causa aunque menos habitual, son las neoplasias adrenales.

La mayor parte del esfuerzo diagnóstico debe ir encaminado a confirmar o descartar ambas etiologías.

En el caso que nos ocupa, el de Roco, una vez diagnosticada la Calcinosis cutis, se trató con Cefadroxilo y Trilostane y, aplicado sobre la zona afectada, VetAid Espuma. VetAid aportó al tratamiento hidratación (gracias a las algas marinas de su fórmula) y regeneración del tejido cutáneo (acción conjunta de la lisozima y las sales de mar).

Para más información sobre VetAid: jordi@jglobal.com.es